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lunes, 28 de diciembre de 2009

Chicas muy malas

He aquí un artículo publicado en la revista "Mujer Hoy", dentro de la sección "Entre nosotras" compartida por varias periodistas, entre ellas Carme Chaparro.
En esta ocasión escribe Edurne Uriarte.

NO LO TENÍA NADA CLARO, pero se me acabaron las dudas. Me refiero a las chicas malas, pero malas de verdad, a las mujeres violentas y no a las transgresoras. Resulta que empiezan a ser tan abundantes como los chicos y todas las teorías sobre la supuesta menor violencia de las mujeres se caen como un castillo de naipes y, con el castillo, mis últimas dudas. Y es que me parecieron escalofriantes los datos ofrecidos a finales de noviembre por la fiscal de Sala Coordinadora de Menores, Consuelo Madrigal, sobre las agresiones de menores a sus padres o abuelos. Hasta hace pocos años, el 80% de los agresores eran chicos; ahora, más del 40% son chicas. Lo que me hace pensar que es cuestión de tiempo, de cambios culturales, de emancipación y de igualdad, sí, de igualdad, que las mujeres constituyan también más del 40% de los grupos terroristas, de las bandas organizadas o de los criminales. ¿Incluso de la violencia de género?

DURANTE AÑOS habíamos alimentado la idea de que esto no era así, de que las mujeres éramos mucho más pacíficas que los hombres. Y aunque yo me preguntaba si era una consecuencia, en este caso buena, de la propia desigualdad, lo cierto es que datos como los de la violencia de género me llevaban a pensar que podía existir una diferencia genética. Lo que muchas feministas han llamado diferencia de valores, dado lo políticamente incorrecto de los argumentos biológicos.

PUES NI DIFERENCIAS genéticas ni de valores. Si las chicas son capaces de agredir de esta manera dentro del ámbito familiar, allí donde la violencia se ejerce contra los más débiles, nada hace pensar que no vayan a hacerlo en el resto de su vida social. Cuando tengan el mismo poder con el que cuentan ahora los hombres y cuando los valores del triunfo social de unos y de otras se asemejen. Y es que la igualdad viene con todo, también con su lado oscuro. Como el de esas chicas con aspecto de pandilleras que entraron en un vagón de metro semivacío en el que un jovencito con aire discreto y educado leía justamente enfrente de mi asiento. Con un tono chulesco y provocador, las chicas le soltaron varios piropos que más bien parecieron bofetadas. Vi miedo en la mirada de ese chico, el mismo que sentí yo.

P.D.: Otros dos datos igualmente desoladores acerca de las agresiones realizadas por los menores: se ha doblado su número en los dos últimos años y la principal víctima de los ataques sigue siendo la madre, también ahora que las hijas agreden casi tanto como los hijos.

Francisco Serrano responden a los colectivos feministas.

El titular del Juzgado de Familia número 7 de Sevilla responde en este artículo a los colectivos feministas que le han acusado de ser portavoz de maltratadores

FRANCISCO SERRANO

Desde pequeño, mis padres -padre y madre naturalmente- me inculcaron, entre otros valores, el de procurar alejarme de la hipocresía. Por desgracia hoy vivimos en una sociedad alienada por una gran mentira de Estado, que constituye la más hipócrita contrarreacción a la cordura, la sensatez y el auténtico sentido de justicia e igualdad. Una reacción que ha terminado contaminando todas las instituciones y resortes de poder, y que, por decreto, bajo pena de garrote vil, nos induce a ser complacientes y dóciles con su doctrina. Yo soy de los que mantiene que la igualdad y la libertad no se imponen, se conquistan. La libertad la ha conquistado la sociedad española, que se ha dotado de una democracia en la que todos gozamos de derechos y libertades; la igualdad entre hombres y mujeres ha sido conquista de estas últimas, por esfuerzo, tesón, sacrificio, mérito y demostración de capacidad, y ello indudablemente tras una historia marcada por la desigualdad. La mujer moderna del siglo XXI, afortunadamente, no tiene nada que ver con el estereotipo de mujer florero, subsumida al varón de hace 40 años. Indudablemente, pueden persistir situaciones de discriminación, desigualdad y relación de poder, que hay que combatir y erradicar, pero resulta injusto, humillante y margina a esas mujeres que se han hecho a ellas mismas, que por el mero hecho de pertenecer al género femenino, deban de recibir una protección extraordinaria adicional, ser calificadas como víctimas por el mero hecho de ser mujeres y requerir de tutela institucional y normas de discriminación positiva. Con el franquismo existía otro tipo de machismo protector de la mujer, un ser humano inferior digno de protección social al ser susceptible de manipulación y engaño, de ahí que la mujer quedara amparada por la tutela marital. La mujer, pues, será libre e igual cuando sepa reconocer que la peor rémora que le impide superar el techo de cristal para conseguir en igualdad el acceso a posiciones de dirección, decisión, responsabilidad y poder, lo constituye el nuevo postmachismo que lidera el movimiento feminista integrista y radical. Un movimiento que se fundamenta en una doctrina de pensamiento único, que no acepta y tolera debate sobre sus dogmas, una nueva ideología de género de corte totalitario y que trata por todos los medios de silenciar al disidente. Todas las mujeres están en situación de discriminación y desigualdad con respecto al varón en la relación de pareja o expareja, y esa premisa, intocable, justifica la redacción de una norma, bienintencionada y necesaria por principios, pero perversa e injusta en sus resultados. Sería estúpido negar la existencia de mujeres que han sufrido y siguen sufriendo maltrato machista, pero la sociedad ya percibe que una injusticia no puede ser contrarrestada con otra injusticia. Personalmente, llevo luchando en beneficio de las mujeres maltratadas que padecen miedo, humillación, vergüenza y auténtica desigualad y asimetría con respecto al maltratador, que, muchas veces, no requiere de la agresión física para anularla como persona, desde mucho antes de la entrada en vigor de la Ley de Violencia, desde mucho antes de la aparición de los demagogos nombrados a dedo que hoy sostienen la bondad del instrumento legal por ellos ideado, sin fisuras, sin admisión de réplicas: según su plan estratégico ideológico, no existen denuncias injustas e infundadas, bajo la perspectiva del derecho penal de autor en que se basa la norma, y según el cual la gravedad del acto cometido no lo aporta el contenido del propio acto ilícito sino la pertenencia al género masculino. No existen niños manipulados alienados y adiestrados en el odio hacia el otro progenitor, pues se consagra que ello es un invento de maltratadores. No existen denuncias radicalmente falsas de mujeres despechadas a quienes se les brinda apoyo institucional y marco legal para conseguir su propósito de venganza. No existen hombres injustamente detenidos, maltratados y a los que, muchas veces, sólo les queda la digna vía del suicidio… Ya no es cuestión de datos estadísticos, que además sólo tienen capacidad de elaborar quienes con ellos pretenden sólo confirmar sus planteamientos ideológicos, unos datos que admiten distintas interpretaciones, unos datos que sería conveniente contrastar con la realidad de la calle, que ya ha empezado a reconfigurar su consciencia del problema. El debate social está abierto, sin que la nueva inquisición que ya controla el Legislativo, el Ejecutivo, y gran parte del Cuarto Poder mediático, pueda intentar aplastar por la fuerza a aquellos miembros del Poder Judicial cuyo único pecado es ser independientes e imparciales, negándose a estar contaminados por esa perniciosa ideología de género que tanto daño está haciendo a la mujer moderna y a las familias. Y sin que se pueda en estos tiempos cercenar la libertad de pensamiento, expresión y opinión, pues quien se atreve se convierte en maltratador. Siempre el mismo pobre discurso descalificador e infamante. Resulta triste que un compañero juez me haya tenido que mandar, como muestra de ánimo y apoyo, la letra de una canción de Nacha Guevara que es un reto a las dictaduras y un canto a la libertad: Por el pájaro enjaulado/ por el pez en la pecera/ por mi amigo que está preso/ porque ha dicho lo que piensa…/ Yo te nombro Libertad. Esperemos, esperanza amarga que comparto con don Miguel de Unamuno, que la fuerza de la razón se imponga a la razón de la fuerza, y que políticos inteligentes y honestos perciban que esa necesidad de cambio y reforma que muchos proclamamos, como mayoría silente desde las catacumbas, al margen de ser una demanda a voces de lo socialmente correcto, puede sumar réditos electorales, pues las mayorías despiertas también votan y son las que pueden ayudar a ganar una elecciones.

Francisco Serrano es titular del Juzgado de Familia número 7 de Sevilla

lunes, 21 de diciembre de 2009

Lo último de Carme Chaparro y la revista "Mujer Hoy".

Revista “Mujer Hoy”
19-25 Diciembre.


Entre nosotras

Por Carme Chaparro

Los mitos del amor romántico.

“MI PAPÁ TAMBIÉN era un hombre malo”, me susurra al oído desde la fila de atrás una niña de apenas cinco años, que nos deja a todos helados con su declaración. Su madre la ha llevado a unas jornadas contra la violencia de género, quizá para que no repita los errores que ella misma cometió, para que no tenga que huir de un maltrador. Es valiente su gesto y el todas las mujeres que como ella llevaron a sus hijas e hijos a las jornadas “Nos duele”, organizadas por el ayuntamiento tinerfeño de San Miguel de Abona. Es valiente y la llave para el futuro. Educar en igualdad es la única solución para prevenir la violencia contra las mujeres.

“MI CHICO ME quiere mucho”, me decía hace poco la hija adolescente de una amiga. “Qué suerte. ¿Y cómo lo sabes?”, pregunté. “Porque sé que le importo. Porque se pone celoso si me ve con otros chicos. Porque me llama a todas horas para ver si estoy bien”, respondió convencida. Ahí estamos: no lo llamemos amor cuando queremos decir poder y control. Ellas son las nuevas princesas secuestradas, el mito del amor romántico que alimenta la violencia de género.

¿QUÉ HARÍAS por amor? Éso es lo que les preguntaron a jóvenes de instituto un grupo de investigadoras de la Universidad Autónoma de Barcelona. Ellas no dudaron: “Lo haríamos todo”. ¿Cambiarías de trabajo? “Sí, trabajos hay muchos”. ¿Y de ciudad? “Claro, lo importante es estar con la persona que quieres”. Preguntados por lo mismo, ellos pusieron más pegas. “Bueno, vamos a hablarlo con calma”, contestaron. ¿El trabajo?, “Si ella me lo pide es que no me quiere”. ¿La ciudad? “Me tiene que querer por lo que soy”.

LAS CONCLUSIONES del estudio dirigido por Aurora Leat indica que, ya desde la adolescencia, tanto los chicos como las chicas conciben el amor de una manera completamente diferente. Ellas estás más ligadas al romanticismo, su ideal de relación deseada implica cosas en común y respeto. Una chica dibuja el vínculo perfecto como aquel en el que, limpiando la casa, rompe el escudo del equipo de fútbol favorito de su chico y él no la regaña. Ellos tienden más hacia el sexo -”nos sentamos en una butaca doble y no acabamos de ver la película”, imagina uno de los entrevistados- y a una relación confortable y sin problemas.

P.D.: las visiones del amor ligadas a los estereotipos de género pueden llegar a convertir a la persona que ama, la persona que da, en alguien anulado. Algo seguimos haciendo mal, cuando dos de cada 10 chicos menores de 30 creen que el hombre agresivo resulta más atractivo para las mujeres.

Los mitos del amor romático. Este es el tema central de este artículo dividido en tres secciones distintas. En el primer trozo de texto se comienza con la frase de una niña; una niña pequeña de apenas cinco años, pronunciando una terrible frase: “mi papá también era un hombre malo”. Como introducción al tema no está nada mal. Se comienza con una frase tierna pronunciada por una tierna niña; de esta forma es más fácil abrir las tragaderas sensibles a la comprensión para lo que a continuación nos espeta sin más, sin corte alguno. “Educar en la en igualdad es la única solución para prevenir la violencia contra las mujeres”.
Pero, ¿educar en igualdad no se acercaría más a la idea de que todos somos iguales, y con esta idea mostrar la información real sobre la situación actual sobre los malos tratos? Educar en igualdad es considerarnos y mostrarnos tal como somos todos: hombres y mujeres, e ilustrarlo con las estadísticas y los hechos. A esta niña y a los niños que asistieron a ese encuentro debían haberle dicho que no todos los hombres son malos como el papá de esta niña; que no todos los hombres son maltratadores, que no todas las mujeres son víctimas de malos tratos por parte de los hombres, que hay hombre también son maltratados por mujeres. Que en el año 2005 murieron 71 mujeres a manos de sus parejas masculinas; pero que también, ese mismo año murieron 56 hombres a manos de sus parejas femeninas. Por ejemplo. Habría que hablarle de la realidad que dice que 3.700 hombres se suicidan al año por cuestiones de falsas denuncias, retirada de custodia de hijos, y por verse en la calle sin casa, y la mitad de un sueldo... habría que contar la auténtica realidad, no solo la realidad feminista.
“Mi chico me quiere mucho”. “¿Y cómo lo sabes?, pregunté.”
Esta pregunta a una adolescente ¿no encierra un cierto tono de incredulidad; un deseo de hacerle ver que está equivocada, unas ciertas ganas de convencerla de que es sospechoso que un chico esté queriéndola? Ella responde que sí lo sabe porque muestra singnos de celos hacia otros chicos y que la llama a todas horas para ver si está bien... Ya sabéis chicos adolescentes... ni se os ocurra mostrar el mínimo indicio de celos, y mucho menos realizar llamadas o enviar mensajes durante el día a vuestra novia o ligue femenino. Porque eso os hace sospechosos de convertiros en futuros maltratadores. Eso no es románticismo, eso es querer tener el poder y el control; según denuncia Carme Chaparro. No convirtáis a vuestras novias en “princesas cautivas” y vosotros en “monstruosos dragones” que las mantienen presas.
Aquí vamos ha hacer una parada en el análisis del los tres trextos de Carme Chaparro, para pasar unas cuantas páginas más en la misma publicación... Página 86, revista “Mujer Hoy”. Consultorio Psico.

Escribe un chico:
“Tengo 25 años y hace tres conocí a una chica de 16. Vivimos una historia, pero dejó de hablarme cuando le dije que la quería, el día en que murió mi padre. Seguí viéndola y me trataba mal o me ignoraba. Ella tiene problemas piscológicos. Cada vez que he intentado conocer a otras chicas se pone celosa y vuelve a mí, pero por una noche. Sólo viene cuando le interesa. Me da miedo no olvidarla porque nunca he querido a nadie como la quiero a ella. ¿Debo empezar una relación con una amiga suya, aunque la quiero menos que a mi ex? ¿Por qué no puedo olvidarla si me trata mal?” A.E.

Respuesta de Isabel Menéndez: “Tienes claro que esa chica sufre problemas psicológicos que no le permiten comprometerse afectivamente con un chico. Se aleja si la quieres y se acerca si cree que estás con otra, porque compite con ella. Tendrías que investigar por qué quieres a alguien que te trata mal, que no te escucha y que, además, es celosa. Si ella ignora tus sentimientos, al menos no lo hagas tú y valora la relación que estás consiguiento con esta chica. El día que perdiste a tu padre declarastes tu amor a alquien que también te dejó solo. Parece por tu carta que has idealizado lo que no puedes tener y menosprecias lo que sí puedes alcanzar en tu vida.”

(palabras mias) En resumen: que el problema psicológico lo tiene él. Que si ella siente celos que averigue porqué, y que siga arrengando con la situación y con esa relación pues ya tiene conseguido una relación con ella, aunque sea tormentosa para el chico. Aquí los celos no son un síntoma de querer ejercer el poder sobre él, ni el control; se trata de una chica. Eso solo lo hacen los hombres.
Pero es que en otra página de la misma revista, del mismo ejemplar, en la página 36, aparece un artículo titulado:
“La Rebelión de las ´cougars´”. Y dice:

“Si ya has cumplido 40, estás soltera, todavía te silban al pasar y te gustan más los hombres jóvenes, bienvenida al club que está de moda”. Firmado por Ixone Díaz.

(...) no hay complejos: las “cougars” han salido del armario. (...) designa a una mujer atractiva que ya ha superado la barrera de los 40 y busca a un hombre, de entre 20 y 30, para amistad y lo que surja. La norma no escrita es que la diferencia de edad entre “cougar” y “cub” -la otra parte contratante- debe ser de, al menos, ocho años. En Estados Unidos ya son una legión. Y están muy bien organizadas: celebran convenciones, organizan cruceros temáticos y hasta han coronado a su primera miss. Internet les ha echado un cable con portales como gocougar.com o thecougarconnection.com, servicios de citas on-line donde surge el flechazo entre ellas y sus jóvenes conquistas.
(...) Y para ellas, con la edad se esfuman los prejucios. Además, casi todas comparten un pasado en común: un matrimonio fracasado y un divorcio amargo. Aunque explicaciones para este fenómeno hay muchas. (...)desde el punto de vista sociológico, tomar el control en el terreno sexual es para muchos la última conquista femenina.
(...) Valerie Gibson. Casada cinco veces y divorciada otras tantas, afirma que su mejor matrimonio fue con un hombre 15 años más joven que ella. (...) ha escrito “Son solteras, atractivas, sofisticadas (...) Ellas tienen el control, sobre todo en el terreno sexual”. Y es que la clave del asunto, la inversión de los roles.
(...)Pero por mucho que se afanen sus detractores, las “cougars” están aquí para quedarse. Las reglas han cambiado y su mantra es: “No me llames. Ya te llamaré yo”

(Yo): “A Dios rogando, y con el mazo dando”. En la misma revista se acusa a un chico de querer ejercer el control de la pareja, o de su chica, porque siente celos por ella, porque la llama por teléfono para ver como se encuentra. En este artículo sin embargo, ni a las “cougars”, ni a las que defienden su causa, no les importa decir que “ellas tienen el control”. Aquí si es positivo porque lo ejerce una mujer sobre un hombre. Al contrario es negativo. Dice también que las reglas han cambiado. No es cierto, las reglas siendo siendo las mismas solo que aplicadas al revés, lo que antes hacian los hombres -de lo que aboninan las feministas-, ahora lo hacen las mujeres -algo que defienden las feministas-. Porque hoy en día si un hombre busca a una chica de 15 o 20 años menor que él, es porque es “un viejo verde”. Solo quiere sexo. Ellas no, o... ¿dicen que sí?, o no... bueno, según les convengan, según ante qué circunstancias tengan que defenderse, reconocerán o no que lo que buscan es sexo con chicos jóvenes y potentes; o es solo romanticismo (¿?). ¿Los hombres maduros no son románticos? ¿o no poseen quizás la potencia sexual de un chico de 20?

Volviendo al texto de Carme Chaparro.


¿Qué harías por amor?. Según asegura Carme, ellas no lo dudan: Todo; cambiarian de ciudad, e incluso de trabajo -”hay muchos”- Aun no sé si se refiere a chicas de España porque eso de que hay mucho trabajo... Sin embargo Carme asegura que los chicos, todos, ponen pegas. ¿Todos?, sí todos. La respuesta no encajan muy bien con las preguntas. En una encuesta, si le preguntas a un chico ¿qué harías por amor?; ¿la respuesta sería?: “bueno, vamos a hablarlo con calma”... dudoso. Y si le preguntas a un chico si cambiaría de trabajo por amor, ¿la respuesta sería? “Si ella me lo pide es que no me quiere”. ¿Seguro que todos los chicos suelen contestar esto?. Dudoso. Y ¿cambiarías de ciudad?. Y todos contestan: “Me tiene que querer por lo que soy”. Aquí es que no tiene siquiera que ver la pregunta con la respuesta. Me da que Carme ha podido añadir su propio granito de arena. Entonces te preguntas si será cierto también que la chica adolescente del párrafo de arriba le dijo a Carme: “me llama a todas horas”... ¿le habrá respondido realmente eso? o simplemente me llama... y lo de la niña de apenas cinco años... será cierto que se le acercó a su oído y le susurró, a ella, a Carme, “mi papá también era un hombre malo”. Ya se me queda todo en la duda.
Y llega la conclusión de Carme: cada sexo siente el amor de manera diferente. Para "ellas", emplea palabras como “ligadas al románticismo”, “...implica cosas en común y respeto”, “vínculo perfecto”, pero eso si, todo ello dejando entender un cierto temor hacia el varón -a quien le puede romper el escudo de su equipo de fútbol favorito y él no la regaña- siempre mostrando al hombre como un ser violento, del que solo se puede esperar violencia, y vinculándolo a un asunto tan superficial y tan relacionado con el varón como el fútbol. Buen pullazo Carme¡¡ Y entonces para "ellos"... pues eso, “ellos tienen más al sexo”, algo tan superficial y carnal, tan instintivo y básico. Y solo busca “lo confortable”, lo cómodo, lo que no le ofrecen problemas -como si ellas renunciaran a eso- Pero la palabra cómodo lleva inplícito mucho más de lo que quiere darnos a entender en la superficie del texto. Intuyo que implica servilismo de ellas hacia ellos. O vete tú a saber; puestos a manipular...
Y remata con una estadística: “dos de cada 10 chicos menores de 30 creen que el hombre agresivo resulta más atractivo para las mujeres.” O esta estadística es otra manipulación de Carme o tiene una información distinta a la que oí hace tan solo dos semanas en unos informativos de la radio. Ésta decía: “cuatro de cada diez mujeres jóvenes consideran más atractivos a los chicos agresivos”. Justo al revés de cómo ella nos cuenta., pero con un porcentaje aún mayor.
¿Se trata de una serie de manipulaciones de datos para poder ofrecer una opinión negativa hacia los hombre y siempre positiva para las mujeres? En vista de lo visto: lo que acostumbra ha hacer el feminismo, -por ejemplo, el Instituto de la Mujer, de manipular datos aumentando los casos de violencia hacia la mujer, y negando la existencia de la violencia sobre los hombres... - todo te queda en duda.
Todo es contradición. Se emplea una vara de medir para el hombre, y para el mismo asunto, otra vara de medir para la mujer. Pero siempre la vara asignada para el hombre “pega con más fuerza”, reprime y castiga sin miramientos.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Francisco Serrano Castro, Magistrado y Juez de Familia: «La única violencia que se registra es la machista. Las demás se ocultan»

POR J. FÉLIX MACHUCA Publicado Lunes ,
30-11-09 a las 07 : 09

—¿Cuál es su opinión sobre la Ley del Aborto?
—El debate lo zanjó en el 85 el Constitucional. Por lo que ahora considero es una cortina de humo para solapar otros problemas sociales más graves.
—Usted levantó mucha polémica por el caso de Iván y Sara. ¿Quién falló en aquel caso: la Audiencia Provincial, el Constitucional, la Junta de Andalucía?
—Lo que falló fue la transmisión mediática. No se contó la verdad del caso. Sino la verdad del letrado. Nunca se ordenó que los niños regresaran con su madre. La resolución que así lo decía fue anulada por el Constitucional.
—Como juez de Familia imagino que tiene datos suficientes como para aventurar el destino de la misma, de la familia…
—Pienso que como vamos, vamos por muy mal camino. Habría que apostar por políticas preventivas, de mediación para evitar el conflicto. Y lo que se hace muchas veces es fomentarlo.
—Es de los que sostienen que las estadísticas oficiales dulcifican o exageran datos en función de quién sea el maltratador…
—Totalmente. La ideología sustituye a los datos. Y las estadísticas no son falsas sino que parten de principios absolutamente sectarios.
—Tengo entendido que en lo que va de año se han denunciado treinta muertes de hombres a manos de sus parejas…
—No es que se hayan denunciando. Es que se han producidos treinta muertes violentas imputadas a esposas, parejas, o ex parejas. Estos datos no son oficiales. Están recopiladas por personas interesadas en que la opinión pública lo sepa.
—Trata de decirme que no existe ningún interés oficial en que se sepan estos asuntos.
Existe interés en ocultarlo.
—Y que la cifra se eleva a más muertos en el registro ministerial del 2006…
—Sí, sí. Estos datos son los últimos publicados por el ministerio del Interior. Están recogidos en el Anuario Estadístico del Ministerio 2006. Mujeres víctimas en el ámbito familiar por cónyuges o análogos con resultados de muerte en 2005, mujeres 71. Hombres 56. En 2006: mujeres 78, hombres 37.
—O sea, que se están matando unos a otros pese a la Ley de Género contra la violencia machista…
—Así es y como no se publican datos oficiales la única violencia que se registra es la del hombre sobre la mujer. Las demás violencias se están ocultando.

—Y curiosamente esas cifras cada vez son mayores en los jóvenes, que supuestamente crecieron en ambientes educacionales progresistas…

—Claramente. Hay que invertir no solo en Igualdad, sino en Educación. Se extiende la ley del más fuerte en las calles. Y hay que apostar por los valores educativos en igualdad.
—¿Por qué interés se falsean, según usted, las cifras de hombres muertos y maltratados?
Se intenta vender la política de la falsa discriminación. Se quiere hacer saber que la única maltratada es la mujer en la relación de pareja con el hombre. Y eso no es así. Sufren maltratos mujeres, abuelas, abuelos, hijos, hijas y otros parientes.
El otro día hablaba con un conocido siquiatra sevillano que me apuntaba que se están produciendo, también en los hombres, una alta secuencia de suicidios por temas de conflictos familiares…
—Ese es otro dato que también se oculta. Los hombres suman 3.700 suicidios al año. Las mujeres 2.700.
—¿Pero son imputables al conflicto familiar?
—El tanto por ciento es elevadísimo. Pero ese estudio no se ha hecho y no interesa hacerlo en la actualidad.
—¿Ha oído usted la famosa frase hasta que no lo arruine o no acabe con él no voy a parar?
—Sí, sí. Y no solo a nivel profesional, incluso, de conocidos. El despecho y el resentimiento es una respuesta lógica en hombre y mujer en un proceso de separación. Ocurre que para arruinar a alguien las mujeres tienen un instrumento legal a su alcance.
—¿Cuál es?
—El abuso de la aplicación de la ley de Violencia de Género. En ocasiones, la mujer denuncia a un hombre como venganza u obtener interés. Por el contrario, el hombre, si es absuelto no es porque sea inocente, sino porque no se ha podido probar su culpabilidad.
—¿Los jueces se sienten muy encorsetados por la cultura jurídica que prima en la mayoría de los casos a la mujer contra el hombre…?
—Sí, porque la ley misma es la que provoca ese encorsetamiento. Porque generaliza y no da lugar a que se enjuicie caso por caso las situaciones donde existe auténtico maltrato, desigualdad, discriminación y relación de poder del hombre sobre la mujer.
—¿Usted también siente ese corsé?
—Me afecta colateralmente porque soy juez de Familia. Y en gran medida me beneficia. Porque muchos asuntos que debería conocer aplicando medidas de diplomacia familiar se deriva a juzgados en los que rigen un principio de crimen y castigo
—El Plan Estratégico de Igualdad prevé una inversión a cuatro años de mas de 600.000 millones de pesetas, casi seis veces más que el presupuesto del Ministerio de Trabajo. ¿Muchas moscas acudirán a ese panal?
—Con todo respeto a las auténticas feministas: la inteligencia de cualquier lector da respuesta a esa pregunta.

Diario ABC, Sevilla.

martes, 1 de diciembre de 2009

La Mujer Violenta.

Según Rafael Soto, terapeuta y miembro de la asociación de hombres por la igualdad (ahige), a propósito de la campaña contra la "violencia de género", declarando sobre la nocividad de los medios para la mujer: "Permitimos la violencia a muchos niveles. Permitimos a nivel de publicidad y a nivel de películas una serie de historias que son muy fuertes y donde queda muy claro que el bueno es el que más y mejor mata."
"Se uede ridiculizar sin llegar a insultar; se pueden desvalorizar las capacidades de una mujer de forma aparentemente normal. eso va haciendo una mella; tiene un efecto sobre la mujer".

publicado en Diario Sur
(25 noviembre, 2009)










Y podría llenar el blog entero de ejemplos de cómo ahora, tanto en el cine como en la televisión: telenovelas, dibujos animados, series, películas, publicidad... se llenan de ejemplo de mujeres violentas.
Se pretende por todos los medios erradicar, criticar, despreciar... la violencia en el género masculino, pero se fomenta a toda costa esa misma violencia en el género femenino.
Podemos comprobar como en cualquier serie de televisión, por ejemplo, ahora es la mujer la abanderada de la violencia, la que la que la ejerce para salvar una situación cualquiera. Podemos comprobar cómo la inmensa mayoría de la veces el ajusticiado por esa mujer violenta es un hombre, o un grupo de ellos.
Es ahora la mujer, en estas series y películas, las que ejercen el mando, la autoridad violenta, la lider de un grupo violento, la más valientes del grupo, las que no lloran ni se achican, las que no tienen miedo. Por contra, el sentimiento de miedo, cobardía, histerismo, torpeza... lo representa el hombre.
Hoy mismo lo podéis comprobar en cualquier serie o película de la televiisón.