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jueves, 23 de octubre de 2014

Sexismo en el séptimo arte


En el programa de ETB-2 “La noche de” presentado por Félix Linares, se ha incluido una sección sobre la presencia de lo políticamente incorrecto en el cine, exponiendo claros casos de machismo y discriminación femenina aparecidos en la gran pantalla.
Pero debe añadirse que el cine ha sido a su vez fuertemente discriminatorio con los hombres, ya que en muchas películas se han trasmitido culturalmente desde el comienzo de su andadura varias de las discriminaciones de género masculinas más atávicas y dañinas, como la competencia extrema entre varones, identificable fácilmente en las películas de acción, bélicas y los Westerns, o la vinculación de lo masculino al riesgo, con las películas de aventuras o héroes masculinos que asumen grandes peligros al servicio de una causa o la comunidad, como un rol de su sexo que demuestra su valía como hombres.
Ambos elementos culturales apoyan discriminaciones demostrables con estadísticas, como las presentadas por la “Secretaría de la Declaración de Ginebra” en su informe mundial del 2011, titulado “La Carga Global de la Violencia Armada”, que arroja un ratio de un 87% de muertes violentas sufridas por hombres, frente a un 13% sufrido por mujeres.
O las diferencias en accidentabilidad laboral presentes en nuestro país entre los años 1997 a 2012 y calculables con las tablas del INE sobre accidentes laborales leves, graves o mortales que indican como en estos quince años los hombres fueron víctimas del 79,35% de los accidentes totales sucedidos en este periodo, padecieron el 88,99% de los accidentes laborales graves, y sufrieron la elevadísima tasa del 96,65% en los accidentes mortales, al ser las profesiones de mayor peligro, clara prueba de la vinculación de lo masculino al riesgo, reservadas por la sociedad y la educación preferentemente a los hombres.

Igualmente y con el auge de la misandria cultural potenciada por el feminismo radical, abundan las películas donde sistemáticamente se desprecia o humilla al sexo masculino comparado con el femenino.
Así, el sexismo cinematográfico no sólo peca de machismo, sino también de hembrismo y misandria, sólo que no es “políticamente correcto” criticar las discriminaciones antivarón.
Gustavo Revilla Olave