Vistas de página en total

martes, 16 de mayo de 2017

Paco Rabanne, también humilla a los hombres.


De forma sutil en principio. De una manera quizás poco reconocible, pero cuando una mujer en su papel de diosa -por lo menos- puede entrar a su libre albedrío en los lugares más intimo que un hombre pueda disfrutar, reaccionando ellos con verguenza, sintiéndose cohibidos, sin capacidad de reacción ni defensa ante esa irrupción en tal lugar, a eso podemos calificarlo simple y llanamente de humillante.

Costa Cruceros también ridiculiza a los hombres en su publicidad.


Ya hemos visto en publicidad a mujeres corrientes ridiculizando a hombres corrientes para promocionar todo tipo de productos, normalmente dirigido a la adquisición del público femenino, de ahí esa fijación por utilizar pautas típicas del feminismo extremista. Los hombres deben ser humillados y ridiculizados, menospreciados por las mujeres. Parece ser que eso es lo que merecen, pues todos son iguales.
Hemos visto nuevas versiones de anuncios publicitarios donde las mujeres corrientes ridiculizan a hombres famosos. Parece decir la consigna: "no sienta admiración por ellos aunque hayan sido tus ídolos". Todos son iguales, humíllalos.
Ahora tenemos la última versión en lo que respecta a esta ofensiva tendencia universal instalada en los medios de comunicación consistente en que la mujer ridiculice al hombre; ella como famosa y él como hombre ordinario, eso sí, bastante guapo y atractivo, porque esa es la intención del mensaje: no los admires, no sientas respeto por ellos, no muestres sentirte atraída; ridiculízalo, humíllalo y menosprécialo.
Esa es claramente la consigna.